Por confort acústico se entiende la condición óptima de bienestar psicofísico que siente una persona que está realizando una actividad física cuando se encuentra inmersa en un campo sonoro.
Los parámetros que afectan a la calidad acústica de una habitación son: el tiempo de reverberación y las dimensiones, en particular el volumen.
El confort acústico y el tiempo de reverberación de una habitación dependen de varios factores, incluidas las características de los materiales y objetos de la propia habitación.
Todo ello lleva necesariamente a la aplicación de superficies fonoabsorbentes, en caso de ser necesario reducir su reverberación, para lograr el confort acústico, ya que intervenir en el volumen de las estancias sería más complicado que la inserción puntual y oportuna de los paneles acústicos.
La reverberación es causada por un reflejo muy rápido de la señal sonora y es naturalmente responsable de aumentar el nivel sonoro en las habitaciones.
Por definición, el tiempo de reverberación es el tiempo que tarda el sonido en decaer convencionalmente 60 dB después de la interrupción de la fuente de sonido.
Cuando el tiempo de reverberación es demasiado alto y el sonido decae lentamente, las sílabas del habla y en general todos los sonidos tienden a superponerse, deteriorando el nivel de comprensión del habla y la claridad de la música.
Cuando, por el contrario, es demasiado breve, el sonido se percibe amortiguado, tanto que el discurso y, en particular, la música pierde matices y calidad.
Cuando hablamos de inteligibilidad del habla, nos referimos al nivel de comprensión, considerando que la comprensión de una palabra surge del proceso de extraer el sonido de las sílabas del contexto del ruido ambiental.
Es importante subrayar que la degradación del sonido en un ambiente cerrado depende de las propiedades absorbentes, reflectantes y difusoras del sonido de las superficies que lo recubren.
Tiempo óptimo de reverberación
Por tanto, el tiempo óptimo de reverberación solo se puede definir en función de las diferentes necesidades de la actividad a realizar y el volumen del entorno, por ello varía según el uso previsto del espacio considerado. Una sala de conferencias necesitará un tiempo de reverberación más corto, mientras que una sala de conciertos necesitará un tiempo de reverberación más largo.
Un método científico eficaz es medir el parámetro STI (Speech Transmission Index) que tiene como objetivo cuantificar objetivamente la inteligibilidad del habla.
La condición óptima de inteligibilidad de un entorno es tener un tiempo de reverberación inferior a 1,5 s, sea cual sea el volumen. Evidentemente, todo esto sólo se puede definir con precisión en función de las distintas necesidades de la actividad a realizar, el volumen del entorno y las propiedades fonoabsorbentes, reflectantes y difusoras de las superficies que eventualmente lo recubren.